AMANECER CON CALIDAD Y CLARIDAD

Está amaneciendo. Cielo muy cubierto, gris. Melancolía. Me gusta el sol.
Desde mi ventana miro, y pienso que igual que está el cielo, estoy yo.
La climatología no es un factor previsible y por tanto no podemos contar con él, aunque las previsiones de los meteorólogos, a veces hasta casi acierten.
Pero la medición del Clima Laboral, el Ambiente en el trabajo y las posibilidades de Mejora, si son previsibles, observables y sobre todo medibles.
Hay gente mucho más experta que yo, y muchos libros, manuales y metodologías para ello.
Salvo que una empresa, me da igual pública o privada, sea un coto limitado y sólo unos cuantos puedan dar caza, digo cazar, disponen de licencia para ello, y organicen monterías selectivas e inviten a quienes quieran y vale lo que ellos quieran.
Cada día creo menos y si todos los estudios científicos son cómo algunos que he visto hacer…otra cosa menos en la que creo.
Hace unos días en este blog, mi espacio de libertad (aunque esta no exista), decía, que quién se mueve no sale en la foto, perdón en el vídeo, y lo reitero y añado, en esta foto no quiero salir, no doy el perfil para ello, aunque supuestos compañeros “amigos”, me hacían creer lo contrario, no les culpo, soy yo la que me creo casi todo aún.
Me cuesta mucho no creer en la gente y tardo bastante el caer del guindo, pero cuando caigo me hago mucho daño, da igual si me empujan o me caigo sola, duele un montón.
Como voy teniendo más edad, tardo más en la recuperación de las heridas producidas, durante un tiempo, pienso que quién peor se comporta se le hace más caso, que siempre ha habido y habrá “Favoritos/as del REY”, que el Feudalismo y actitudes Dictatoriales no han pasado, están disfrazadas en el cumplimiento de unas normas que siendo las mismas, para unos son más restrictivas y para otros manga ancha y que qué hace una chica como yo en un sitio como este.
Debe ser que como soy republicana, tengo que esperar y probablemente no llegue ni a vivir la tercera República Española, no he vivido ninguna, pero me gustaría. Pensándolo mejor tampoco creo ya en los políticos, al final me vuelvo autista, que casi es mejor. Sorda ya estoy, pero no es suficiente.
LAS SOLEDADES DE BABEL de Mario Benedetti