jueves, 7 de marzo de 2013

PARA LOS GALENOS


 
 
El que quisiere tener
salud en el cuerpo,
procure tenerla en el alma.
Francisco de Quevedo

 

Comprendo que a los mediocres, que haberlos haylos, les asuste/no guste las competencias de la Enfermería actual, Licenciatura desde hace pocos años y muchos con el Doctorado, Doctor en Enfermería, término mal empleado en muchos licenciados en Medicina que no son Doctores.

 

Los médicos saben mejor que nadie y de siempre, que sin un buen hacer enfermero basado en la evidencia y conocimientos científicos, su labor sería difícilmente exitosa.

 

Quien está a pie de cama del paciente, nunca me ha gustado el término “cliente”, aunque sí  para los poderosos que nos llevan a una privatización de la sanidad sin causa , es el personal de enfermería, enfermeras y auxiliares de enfermería que son quienes aplican los cuidados sanitarios prescritos por los galenos y que con procedimientos y saber enfermero,  valoran si los mismos están siendo efectivos, surgen complicaciones y empiezan a resolverlas hasta que llega el médico, si es que lo hay  o llega.

Claro que la enfermería tiene otra misión en la que día a día avanza y se hace imprescindible en la comunidad, la promoción y fomento de la salud y la prevención de la enfermedad y mira tú que también investiga y muchos países más listos que el nuestro, solicitan y reconocen adecuadamente el nivel de formación de los profesionales enfermeros españoles.

 

Por tanto si en lugar de sentirse con crisis de identidad y con absurdos miedos, cuestionando incluso la formación académica de la enfermería española, los licenciados  y los doctores en medicina comprenden que no son una unidad aislada, sino parte de un equipo de salud integral, sufrirán menos y dejarán que los demás miembros del citado equipo realicen su trabajo adecuada y coordinadamente.

 

Los tiempos de “poner la bata al médico”, salvo en quirófano y por razones obvias, han pasado a los anales de la historia queridos compañeros, yo los viví unos meses al inicio de mi andadura profesional, ya nos encargamos las enfermeras de decirles muy amablemente dónde íbamos el resto de los mortales a recoger la ropa limpia.

Sigo entendiendo que no es fácil dejar de ser “dioses o Dios” y ser cuestionados por una sociedad que cada vez sabe más y quiere ser atendida por profesionales sanitarios que sepan y mucho claro y sobre todo que transmitan esos conocimientos con honradez, humildad, cercanía y sinceridad, e insisto y como miembros de un equipo.

La enfermería siempre en segundo plano gracias también a los estimados medios de comunicación que sólo hablan de los médicos y si nos nombran siguen utilizando las siglas A.T.S. (Ayudante Técnico Sanitario) titulación que dejó de existir hace 35 años, no se rinde, ni se cansa y sabe el lugar que ocupa en la cadena de la salud y en la mayoría de los casos trabaja  conjuntamente con los médicos y demás perfiles sanitarios.

 

Como conclusión, aprecio a muchos médicos por su extraordinaria profesionalidad y humanidad y precisamente ellos son los menos preocupados porque otras ciencias de la salud avancen y den lugar a excelentes enfermeros, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, técnicos auxiliares de enfermería, farmacéuticos, celadores, administrativos, personal de servicios auxiliares y un largo etc, unidos conseguimos que el producto final del proceso, la calidad de atención sanitaria a los pacientes, sea casi excelente.

 
Los que no avanzan y se quedan anclados en modelos del siglo pasado, pues desearles siempre unos buenos cuidados enfermeros si lo necesitan, igual ese día, como pacientes ven una realidad distinta a la que sienten.



 

 

 

 

 

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