miércoles, 19 de junio de 2013

HE PERDIDO UN PENDIENTE, CREO


HE PERDIDO UN PENDIENTE, CREO



Y no es el primero que pierdo.


Las pocas joyas que tengo, me molestan todas, más que  por el valor económico, las aprecio emotivamente lo cual me hace sentir bastante más su pérdida. Y es lo único que suelo llevar puesto.


Recuerdo que hace unos 5 años perdí uno en Londres, sencillos, artesanales, de plata que he intentado volver a encontrar en distintos sitios y mercadillos y no los encuentro iguales, debían ser un diseño exclusivo para mi y yo sin saberlo.


En una época de mi vida me dio por comprarme estos abalorios que decoran las orejas, de todos los tamaños, formas y colores, sigo insistiendo que no tienen valor en la “bolsa”, si en mi vida, muchos han sido también regalos apreciados.


El que supuestamente he perdido hoy, igual lo encuentro cuando vuelva a mi casa, me los ha regalado una compañera de trabajo a la que llamo cariñosamente “gobernadora”, imagináis ya que es la gobernanta de “este querido Centro Educativo” en el que estamos embarcados muchos profesionales y como en todos los barcos de cierto tamaño, unos en camarotes de primera, otros de segunda, algunos en las maquinarias, los protestones en las galeras y tenemos hasta polizones, sí, sí, que los hay.


Y en esta travesía en la que ya he debido dar varias vueltas al mundo conocido y habitado que sepamos (planeta tierra), hay momentos vertiginosos con grandes tormentas y ya se sabe que después viene la calma, cuando el oleaje y los vientos suaves lo permiten.


Apenas quedan 7 días de navegación  escolar y quiero ya bajar del barco, lo necesito a sabiendas que embarcaré de nuevo, mi deseo sería no hacerlo, cambiar de Nao, pero no están los tiempos para muchos cambios, andan las aguas, siguiendo con el guión marino “muy revueltas”.



La tan escuchada ahora Ley de Transparencia nunca nos aclarará nada, porque se aferran algunos al timón y no lo sueltan y cumplen (¿) y hacen cumplir normativas que según quién las interprete en el mismo ámbito no parecen ni la misma orden a cumplir.

Con 33 navegaciones/ cursos escolares a mis espaldas (respaldar para una compañera, aún me estoy riendo…), dudo aún en que parte del barco viajo, bueno saberlo sí lo sé que para eso hay un organigrama muy mono con colores y enmarcado que nos los recuerda a todos, pero con el movimiento de este barco a veces no lo veo bien.


No puedo decir que me entero de todo lo que pasa en el barco, tampoco es tan grande, ni en la travesía, si nos atacan barcos piratas, si hay una rebelión a bordo, no me entero de la misa la media, en ocasiones porque no soy informada, otras porque no me interesa lo mas mínimo, escucho el titular y lo olvido.


Alguien me dijo una vez y  pensé ¡vaya idiotez!, pero con el tiempo te das cuenta que son de esas frases que se quedan grabadas creo que se llaman lapidarias y que después integras y asimilas: “de lo que te tengas que enterar ya te enterarás en su momento”, la persona que me lo dijo es probable que ni lo recuerde.


En consecuencia o por lo tanto vivo en mi mundo, ni mejor ni peor que otros, con selección de pensamientos  y objetivos que me encantaría escribir que clarísimos, pero no, son de carácter adaptativo a las circunstancias, momentos y marejadas.


El único Objetivo principal que sigo manteniendo después de tantos años y del que derivan los específicos sujetos a factores externos, es seguir reinventando y recolocando y aún nadando contracorriente, sobrevivir.

No me hace falta reilusionarme, siempre he tenido anhelos, sueños y confianza, aunque por ello haya tenido que pagar los correspondientes tributos en cada puerto o etapa. No me rindo fácilmente, aviso.


En este País en el que estamos asistiendo al espectáculo bochornoso y vergonzoso de ver que los que peor se comportan y más roban son casi ídolos y salen indemnes de sus delitos o incluso reforzados (mala memoria histórica y rapidez de noticias a cada cual más escandalosa, que tapa la anterior), los que seguimos remando nos estamos cansando y mucho y no sólo con los políticos, sindicalistas, gobiernos y especímenes relacionados, trasládese este malestar a los niveles más cotidianos y cercanos que vivimos y por tanto conocemos bien.


Enfermera en el ámbito educativo es como estar en tierra de nadie, que paren el barco que me quiero bajar, si es posible en una isla desierta y no digo con quién que luego todo se sabe y eso sí, que me recojan en Septiembre, hoy por hoy hay que seguir y ¿mañana?


A saber si mañana no hemos naufragado, quizás mi pendiente esté en el fondo del mar….



Esta narración la he escrito esta mañana en el autobús camino del trabajo, con cuaderno y boli.


Aprovecho que lo estoy pasando al ordenador,  para felicitar al Director del Centro por haber sido reelegido  con este sistema nuevo de elección de directores y por extensión al Equipo Directivo que continuará con él.


Como me ha dicho el Inspector al despedirse de mí y comunicarme que “habemus Papa”, continuamos con “el jefe” por 4 años, así que veremos que sucede, profesional y personalmente espero cambios y muchos, mejoras de los Procesos en definitiva y por qué no, nuevos y estimulantes Proyectos.


Señores viajeros preparen sus equipajes, el día 28 desembarcamos.


¡Felices vacaciones! a toda la Comunidad Educativa del CPEE Maria Soriano: alumnos, padres y profesionales

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