Hay ocasiones que pienso, sí también, que la
gente tiene mucho morro o poca vergüenza, que no son sinceros y van por la vida pisando lo
que haga falta (trepas) para conseguir determinados fines y el fin no justifica
los medios (opinión personal).
Y debe ser que en verano se tiene la masa
gris algo más libre y dejamos fluir
mejor ciertas ideas, incluso desde la serenidad estival, se encienden algunas bombillas cerebrales y se
empiezan a atar algunos cabos sueltos que con la rapidez cotidiana en los días
laborables, no son tan fáciles de ver conscientemente, sobre todo cuando
algunos seguimos creyendo inicialmente que “to er mundo es bueno” y que la
vida, ella solita, ya se encarga de distribuir algunos palos y que para qué
buscar más, lo que viene a ser un
vive y deja vivir, alégrate por los triunfos de los demás y vive los momentos “zen”
, disfruta si puedes del momento, de lo cercano, de la familia y los amigos.
Esto les sonará a
arameo, porque el chino ya se sabe que está de moda, a los que mencionaba en el primer párrafo, podemos llamarles “los listos o maquiavélicos”,
no me importa seguir en el grupo de los “no listos”, eso sí, mi
coeficiente intelectual y mi corazón (alma, energía, llamarlo como queráis) son
aptos para soportar este mundo y aunque a veces dan ganas de que se pare y bajarse,
sigo, ¡claro!.
Cambiar a ciertos años, aunque a veces se
intente, es complicado, en algún sitio leí hace poco que hay que hacerse el
tonto, cierto, sobre todo para mantener adecuadamente la salud mental, porque
un poco loquillos podemos estar, incluso es saludable, pero las patologías
mentales instauradas hay que cuidarlas y tratarlas adecuadamente.
Así que a veces….., no me entero de cosas
porque no quiero, otras porque no puedo, otras porque no tengo ningún interés y como buena hipoacúsica “oigo lo que
me interesa de maravilla” sobre todo cuando me dicen: ¡Guapa!, lo negativo, los
que chupan toda la energía, se ruega se abstengan de estar cerca. Gracias.
Paz, amor y tranquilidad.
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