viernes, 3 de febrero de 2017

MADRE SOLO HAY UNA





Hoy hace 3 años que nos dejaste físicamente.

Ya puedo empezar a recordaros a papá y a ti, sin enfermedad y larga cronicidad.

Evoco momentos de una vida en nuestra familia, la de la niñez y juventud, después también pero ya habíamos formado otras familias algunos de vuestros 5 hijos.

Un padre muy autoritario fruto de la época , al que le gustaba escribir, tenía mil ideas, de algunas de las cuales nos reíamos, como cuando enviaba anónimos a su pueblo , Campillo de Dueñas (Guadalajara), para que pusieran regadíos  en grandes extensiones agrícolas de trigo y ahora girasoles.

Con él ya sabíamos que no se podía hablar de muchos temas de actualidad del momento  a no ser que quisiéramos bronca asegurada.

Suavizó esa dureza con la sabiduría de los años y porque a su manera nos quería mucho aunque no fuera capaz de verbalizarlo.

Esa “demencia controlada” que desarrolló durante sus años finales de vida, fueron su manera de trasmitirnos muchas cosas y al menos a mí, ya me pedía besos y abrazos que solo utilizábamos si nos íbamos de viaje y se volvieron necesarios y diarios.

El murió en el hospital, cuando menos lo esperábamos, dignamente descansó en paz.

Mamá, tú eras también el resultado de muchas mujeres de tu generación, que no debían ni tenían que pensar y poco podías hacer para rebelarte contra lo establecido.

Gran soñadora y romántica, nos recitabas a Bécquer, Gabriel y Galán y qué bien lo hacías.

Fuimos grandes confidentes, incluso creo que algunas cosas que me contabas desde muy niña no las entendía, ahora entiendo tantas cosas…

Ni quiero más a papá ni a mamá, pero que madre solo hay una  y que cuando te fuiste la sensación de orfandad fue inmensa y a pesar de respetar tus deseos y cuidarte todos hasta el final, incluida sedación en tu casa con “tú San Francisco el Grande “al que tanto mirabas y querías.


Guardo algunos escritos de papá a mano y a máquina, alguna vez los leo y sonrío y de ti además de las obras completas de Gabriel y Galán, que parece un misal, atesoro tanta sabiduría práctica y tanto amor recibido….que cuando me siento derrotada por algo familiar que no llegaste a vivir y que afecta tanto a mi vida personal, sé que desde el cielo, los dos nos acompañáis  y nos guiáis.



No hay comentarios: